Conclusiones. Capítulo General

La última jornada capitular, como es lógico, fue tiempo de conclusiones, evaluación y agradecimientos…

Las conclusiones nos ocuparon las Sesiones de la mañana, que estuvo dedicada, en primer lugar, a las propuestas que habían sido reenviadas a una segunda votación…; concluidas éstas, se pasó a la presentación y votación del Documento Final, que fue aprobado después de algunas observaciones, asumiendo el Definitorio General la tarea de cuidar la redacción final.

 También se votaron algunas formalidades confiadas al Capítulo General, como el límite de gasto que puede decidir el Ministro General. Pero especialmente significativa fue la aprobación de una declaración de cercanía y solidaridad del Capítulo con los hermanos que, en varias partes del mundo, viven y testimonian nuestra forma evangélica de vida en contextos difíciles, peligrosos o de persecución.

La evaluación fue distribuida para que, individualmente, todos los Capitulares pudieran mostrar su valoración de la preparación del Capítulo y su desarrollo, los materiales utilizados, la organización, así como los medios técnicos y el lugar que nos ha acogido durante este mes…

Más allá de las opiniones personales, lo cierto es que son muchas las cosas y las personas a las que hay que expresar agradecimiento todo lo vivido durante el desarrollo del Capítulo… Así se expresó en la Eucaristía final, celebrada en la Porciúncula y presidida por el Ministro General… En ella, Fr. Michael A. Perry, después de evocar el tema central de nuestro Capítulo, invitó a todos los hermanos a vivir como auténticos hombres de fe, para llegar a ser hermanos y menores, teniendo el valor de abrazarnos mutuamente y abrazar a toda la humanidad como los hermanos que queremos ser. Confiando toda la Orden a María, le pidió que nos ayude a decir nuestro “sí “ ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

El segundo momento de agradecimiento tuvo lugar en la que fue última sesión del Capítulo, en ella, después de haber agradecido a Dios y confiado en la protección de María, fue momento de agradecer a tantas personas: Gobierno General, Capitulares, Oficiales, responsables de los medios técnicos, fraternidad de la Porciúncula, personal de servicio de la Domus Pacis… Todos ellos han contribuido al feliz desarrollo de estos días intensos de fraternidad, todos ellos han colaborado para que fueran de verdad, una invitación a la esperanza y la alegría…

A todos, también a los que nos han acompañado y seguido desde la red: GRACIAS